De: Miguel Ildefonso
ESCENA PRIMERA
Llegué a de Mayo, y entré al café. Lo primero que me preguntó fue:–Ché, ¿y vos qué sos? ¿Un narrador criosho o un narrador andino?–¡Y qué se shó! Me llegan todas esas boludeces –fue lo que le respondí.Me había puesto un polo amarillo para que el maestro me pueda ver.–Ché, Jorge Luis –le dije–, ¿mejor no querés un trago?